Ir al contenido principal

¡Esa doctorcita si es arrecha!

Carlos Rivero Blanco 

Durante una diversidad de oportunidades he tenido el privilegio y la suerte de interactuar y trabajar directamente con publico visitante, con prestadores de servicios, con vecinos, habitantes originales y otros actores en la gestión de áreas naturales protegidas, incluyendo mi participación personal como usuario o visitante de dichas áreas como parte de la experiencia de aprendizaje. 

Durante esas experiencias he anotado una variedad de formas de aprendizajes y de gestión de conocimientos que merecen ser relatados para que puedan ser incorporados y usados por otras personas, pues pudieran ser de valor en situaciones similares. 

Cuando se gestionan sistemas de atención al visitante, o al turista, siempre ha sido positivo y recomendable haber sido primero visitante, o turista para tener la experiencia en carne propia. 

 A instancias de unos tíos, desde pequeño tuve la suerte de visitar el sitio llamado Las Cocuizas, en el año 1950 una bella y fresca zona recreativa del Parque Nacional Henri Pittier. También con ellos fui desde Puerto Cabello al río San Esteban, un área que luego vendría a constituir parte del parque nacional San Esteban. 

Mis experiencias en otros países se centraron básicamente en una serie de viajes de estudio y pasantías de aprendizaje en los Estados Unidos, España, Japón, Trinidad Tobago, Brasil, Perú, Colombia y Costa Rica, principalmente. 

 En Los Estados Unidos, tuve el privilegio de hacer pasantías profesionales de observación del uso público en cinco de los parques nacionales para mí más importantes: Yosemite, Olympic, Grand Canyon, Yellowstone, Everglades y en dos refugios de fauna: el Corkscrew Swamp de Audubon en Florida y el Okeefenokee national wildlife refuge en Georgia. 

En Costa Rica, durante cinco viajes de estudio, realicé pasantías en los parques nacionales Corcovado, Palo Verde, Guanacaste, Volcán Poas, Rincón de La Vieja, Volcán Arenal, Volcán Chirripó, Cahuita, Monumento Nacional Guayabo y los sitios de la estación de campo de OTS de La selva de Sarapiquí, la reserva biológica Monteverde y los campus de la Universidad Earth, el del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñaza, CATIE y el de la Universidad para la Paz. 

En Venezuela, conduje las prácticas de campo de mis estudiantes de la escuela de Educación de la UCAB siempre hacia parques nacionales. Impartí dos materias y acompañamiento a tesistas de las Maestrías de Planificación y Acondicionamiento Turístico de la UNE Francisco de Miranda. 

Una importante experiencia desarrollada en turismo de naturaleza fue lograda tras diez años de operación y conducción de excursiones de cruceros con Novel Tours, hacia el Parque Nacional Henri Pittier y ocasionalmente hacia Canaima en vuelos chárter para observar el Salto Angel. Paralelamente condujimos excursiones a la selva nubosa del H. Pittier con grupos de visitantes de Candes Turismo. 

 Y luego pasamos dos años diseñando y cinco operando el centro de visitantes de Mucubají en el páramo de Mérida. 

 Durante los últimos 20 años hemos dictado la cátedra de Patrimonio Natural y Turismo de la Maestría de turismo sostenible de la Universidad de Cooperación Internacional, en Costa Rica. 

Durante casi veinte años trabajamos como consultores para Inparques, entre otras cosas, diseñando la metodología y conduciendo 14 Talleres de consulta pública para la producción de los Programas de Ordenamiento y Reglamentos de Uso (PORU) de 14 Parques nacionales y 4 Monumentos naturales. 

Sin embargo, si pudiésemos escoger ejemplos de gestión en los que hemos participado y que me han impactado porque en ellos se ha conjugado toda la experiencia adquirida previamente y aunado a ella la que se desarrolló en cada ocasión podríamos mencionar los siguientes: 

 1) Formación de un grupo de guías especializados en turismo e interpretación de la naturaleza. En el Parque nacional Henri Pittier, con base en la capacitación de estudiantes universitarios avanzados de las carreras de Biología, Agronomía y Veterinaria. Con este grupo de guías atendimos durante 10 años excursiones de turismo de Cruceros arribando al puerto de la Guaira con excursiones a los parques nacionales Guatopo y H. Pittier. 

 2) Concepto, diseño, producción, construcción, montaje y operación del centro de visitantes y la exhibición museográfica sobre “la Vida en el Páramo”, pasando a ser un característico caso de turismo receptivo, aunque muy excepcional debido a que por primera y única vez se otorgaba un Centro de visitantes y sus exhibiciones bajo el modo administrativo de Concesión Privada. Con la experiencia única de transitar todo el camino, desde la idea o el concepto hasta la gestión diaria y el mantenimiento físico y técnico. 

 Para gestionar la visita formamos personal receptivo para atender e informar dar servicio de restauración y de Interpretación como guías para apoyar la visita a la exhibición interactiva. 

 Desde un principio nos relacionamos con gente de la localidad. Con investigadores y estudiantes de la ULA, para exponer ideas y nutrirnos de sus opiniones y críticas con la finalidad de diseñar y construir la exhibición. Ángel Ulloa renombrado artista plástico y Atilio Sigalotti, un constructor excepcional nos ayudaron a resolver importantes aspectos de la parte física de la exhibición. El diseño gráfico estuvo a cargo de Gabriel Naranjo Cedeño 

Tratamos de incorporar estudiantes de bachillerato al programa de interpretación pero no encontramos interesados en el liceo más cercano de Mucuchies. Terminamos contratando a una joven ya graduada de bachillerato que sí tenía necesidad de trabajo y el resto del tiempo éramos Machela mi esposa, o Carlos Ramón, nuestro hijo menor o mi persona atendiendo al público. 

 Establecimos relaciones muy amistosas con los vecinos y lugareños. En especial con negocios prestadores de servicios turísticos de la zona. 

 Establecimos una muy cordial relación con los maestros de la escuela Primaria de Apartaderos, la más cercana. Donábamos libros para la biblioteca de la escuela y asesorábamos a los niños cuando venían al Centro de visitantes. Mi esposa les ayudó con consultorías de carácter psicológico ayudando a las niñas con asesoramiento en problemas de la adolescencia 

 Establecimos relaciones de negocios muy positivas con personas que producían alimentos típicos que podían surtirnos para la venta en el cafetín, como empanadas, arepas, pasteles dulces, conservas, tortas de limón y otras frutas, de modo que el cafetín les permitió exponer y vender sus productos al público concurrente al Centro de visitantes. 

 En suma, las relaciones cordiales y bien orientadas con la gente local fue el gran logro para que una empresa como la nuestra, totalmente extraña al lugar, pudiera establecerse y amalgamarse con los locales en la prestación de servicios especiales de turismo de naturaleza. 

Una buena parte de lo acá expuesto puede verse en www.mucubaji.com Una experiencia de vida única, incluyendo a la familia, tanto en la producción como en la operación. 

 Cuando dejamos Mucubají y regresamos a Caracas, nuestros amigos del páramo fueron a despedirnos con gran pesar. Creo que hasta los mismos amigos camioneros que tomaban café en Santo domingo, extrañarán a la “Doctorcita arrecha” como se referían a mi esposa cuando la veían afanada en su pequeño automóvil subiendo y bajando las tortuosas vías de la carretera trasandina que conectaban Mucubají con Barinas y con Mérida en busca de pertrechos y alimentos para el cafetín y en el traslado del personal en las ocasiones en que yo tenía que estar en Caracas. 

Todos sabían que al irnos del páramo iba a ser una pérdida, pues el Instituto no era una familia, y el problema es que INPARQUES siempre fue y continúa siendo una institución tradicionalmente más apegada a la conservación del ambiente natural y que todavía no distingue ni valora el ambiente sociocultural que rodea esos espacios declarados parques. 

Por lo tanto no se relaciona con los vecinos ni con los pobladores como lo hicimos nosotros, y eso tiende a mantener distancias artificiales entre las poblaciones, los habitantes, los visitantes y las áreas protegidas, entes estos que en realidad son socialmente más afines de lo que aparentan ser. 

Pasaron varios años y en setiembre del año 2003, asistimos al Congreso Mundial de Parques de la IUCN, realizado en Durban, y para satisfacción de mi visión personal de la relación “vecinal" de las AP con su entorno, como gestor privado, dicho congreso, declaró imperativo producir: “beneficios más allá de las fronteras de los parques”, recomendando con gran énfasis que las áreas protegidas debían ser productoras de bienestar hacia la vecindad para poder continuar siendo aceptadas y deseadas. The Congress “urged all involved with protected areas to reach out – beyond their boundaries and constituencies – to engage the wider community” 

De tales recomendaciones intuyo que eso de no reconocer la existencia de vecinos, ni beneficiarlos era, o es, un mal generalizado en los sistemas de áreas protegidas de muchos países. 

 3) Cuando en febrero de 2004 iniciamos nuestras labores en Guáquira nos encontramos con que siendo esta Hacienda, una empresa familiar, con un desarrollado sentido innato de encaje social, hacían ya veinte años que habían iniciado y labrado una tradición de acercamiento y creación de vínculos amistosos y de mutuo beneficio con las comunidades vecinas, en una escala mayor, pero en la misma línea, que lo que con mi familia modestamente habíamos desarrollado a principio de los noventa en el páramo de Mucubají. 

 Lo importante que es hablar el mismo idioma, se convirtió rápidamente en un gran estímulo para mi labor como asesor en la creación de la Reserva Ecológica Guáquira y todo lo que de allí en adelante se ha ido conformando paso a paso, en el crecimiento de este maravilloso proyecto de área de conservación privada en el Centro Occidente de Venezuela. 

 En Guáquira, rápidamente iniciamos el proyecto escribiendo un plan de ordenamiento y manejo apegados a la metodología original de Kenton Miller y luego continuamos creando una red de voluntariado nacional conformado por investigadores y estudiantes de Biología y Conservación de Universidades y otras instituciones nacionales, incluyendo el IVIC, con las cuales firmamos acuerdos de cooperación y desarrollamos una estrategia de largo plazo para investigar la flora y la fauna de la reserva con el concurso de los especialistas. 

 Entre algunos productos importantes de dicho esfuerzo están dos propuestas de planes de manejo y zonificación, realizados por sendos grupos de alumnos del Profesor Edgard Yerena de la USB, varias tesis de grado de tesistas de la UCV y varios informes de investigación sobre grupos de plantas y animales. 

 En paralelo, iniciamos además, una red de voluntariado internacional conformada por estudiantes y tesistas provenientes de universidades europeas, con quienes en la actualidad mantenemos constante relación en espera de la ocasión de crecer con el plan que ya hemos esbozado y con su apoyo. 

 En cuanto a los aspectos socioculturales y sobre todo en relación con la inclusión del potencial humano local en el proyecto de la reserva, encontramos que la formación del Grupo Ecológico La Marroquina, (GELAMA) era un excelente logro, pasando por la colaboración con la Escuela Primaria del poblado, perfeccionando la relación con un proyecto educativo y formativo genial como “AMBLEMA”, con el que se preparan maestros y alumnos de primaria en las áreas de Ambiente, Lectura y Matemáticas. En las primeras actividades de formación educativa estadal, debemos recordar el programa ECOLEGIOS, en el cual se recibieron alumnos de primaria de los distintos municipios del Estado en excursiones cortas para conocer el ambiente natural y el cultivado de la hacienda. 

 Hemos colaborado en el desarrollo de conocimientos de estudiantes de universidades e institutos tecnológicos locales, que ha sido muy productivo ya que nuestros dos ingenieros de campo, primero hicieron prácticas y tesis en la hacienda como tecnólogos y luego han sido apoyados en sus estudios para obtener los grados de Ingenieros de Recursos y se encuentran actualmente cursando el programa semi-presencial de Doctorado en Biodiversidad en la UNELLEZ 

 El éxito que hemos alcanzado desde 2008 primero con el Centro Social y luego con la Casona Chocolatera, comenzó con un ambicioso plan de talleres artesanales dirigidos principalmente a la inclusión de las damas de la Marroquina, para producción de manualidades hechas con fibra de Vetiver, ha sido de gran importancia. Ahora trabajamos en la misma línea de pensamiento, pero con la producción de chocolate basándonos en las plantaciones que conforman hoy y hacia el futuro el proyecto que bautizamos Bosques de Chocolate. 

 Entre varios productos importantes podemos señalar la propuesta del Parque Ecológico Yaracuy, un parque temático basado en la coexistencia de tierra productiva y tierra conservada, que mediante la atención del turismo local generaría los ingresos para el desarrollo de la Reserva Ecológica. 

 A dicho proyecto se han adicionado con el tiempo proyectos de remodelación de la Casona Chocolatera con la inclusión del arte de grafiti para adornar sus fachadas y las de varias casas de la comunidad, para enseñar cómo se cultiva y aprovecha el cacao. 

 La novedad en turismo receptivo: la conversión del antiguo campamento en el “Pueblito Guáquira” con sus servicios de hospedaje, diversión y educación ambiental sobre el bosque Húmedo Tropical inspirado en un caleidoscopio de colores llamativos y excelente servicio de alojamiento y restauración que conforman el marco de excursiones a la selva y demostraciones sobre la biodiversidad local. 

 Los proyectos y las ideas no cesan de revolotear en nuestra mente, el límite es infinito. Con la edición de Libros, y la actividad febril de nuestras redes sociales en Instagram, o Facebook y desde nuestro portal en www.guaquira.net, lugar virtual  de residencia de la historia viva de nuestras realizaciones, donde se mantiene al día y vigente la información sobre quiénes somos, qué hacemos, de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos. 

Una última frontera que estamos abordando, consiste en la creación de una sección de aulas virtuales en la web de la Reserva Ecológica Guáquira bautizada como el "Instituto de la Naturaleza", un centro de extensión educativa virtual y semipresencial desde el cual ya comenzamos impartiendo el año pasado un primer curso sobre el uso de las tecnologías de información y comunicación en la gestión ambiental con énfasis en la gestión de las APP. 

En preparación tenemos un curso sobre interpretación del patrimonio, otro titulado Fundiendo Naturaleza y Cultura en experiencias de Agro-Turismo, otro sobre el tema de Parques para la Gente: el uso público de las áreas naturales protegidas, y el de Planes de negocios para la gestión de la conservación. (en preparación), al estilo de lo que en el sistema de concesiones de los parques nacionales de los Estados Unidos se hace desde la década de los noventa, una metodología de gestión que en forma de planes de negocios lentamente se ha venido adoptando y adaptando en algunos países centroamericanos.

 Todo el bagaje de estas realizaciones y logros aunados a los de otras APP apuntan a que en Venezuela hay que continuar creciendo tanto en calidad como en número y para ello estamos pendientes de crear un grupo cohesionado de áreas protegidas privadas. No hay otra manera de verlo. CRB

Comentarios

  1. Son admirables estimado Carlos tu trayectoria, tus logros, tu visión de la conservación... y tu capacidad para resumir tu vida profesional en unos cuantos párrafos. Es importante lo que dices al final, se debe crear un grupo para promover la conservación no solo en las áreas públicas y ABRAE, sino especialmente en tierras privadas porque la conservación en ellas es imprescindible para lograr los objetivos ambientalistas... Todos tenemos DERECHO a un ambiente sano y por eso, todos tenemos el DEBER de contribuir con su conservación.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Antonio, es el deber ser y por eso entre todos haremos que sea.

      Eliminar
  2. Toda una vida trabajando por la sostenibilidad de los entornos, de la mano con la Academia y con las comunidades residentes inspirándolas y convirtiéndolas en aliados. Muchísimas gracias por compartir tamaña y ejemplar trayectoria.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La hojita trepadora de INPARQUES.

Carlos Rivero Blanco Finalmente por sugerencia de Edgard Yerena, pude averiguarlo!! Luego de años de curiosidad sin frutos, pero sobre todo luego de una tele- conversación con el Dr. Francisco Delascio Chitty, mi amigo de juventud y compañero voluntario en la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, mientras trabajábamos en los espacios más recónditos del Colegio La Salle de Tienda Honda, inmersos en una atmósfera marcada por el olor a naftalina de colección de museo, mezclado con el de alcohol Etílico al 70% y el de Formalina al 10%, aromas característicos imposibles de olvidar o borrar de la memoria olfativa, el colega Francisco, el botánico curador del herbario del Hato Piñero, así como del herbario del Jardín Botánico de Ciudad Bolívar,  el mismo con quien cuando jóvenes compartimos expediciones a "las Aguaditas" bajando de la Colonia Tovar hacia el litoral de Aragua o hacia "Pekin abajo" del río Neverí, sitios tan increíbles como sus topónimos, me abrió

Historia del Terrario del Parque del Este

El Terrario del parque del Este es un interesante lugar para aprender sobre los anfibios y reptiles de nuestro país. La colección herpetológica más completa, con especies nativas y exóticas que ha causado la sensación entre grandes y chicos que visitan el Parque del Este. El Terrario queda a 200 metros de la entrada Sur del Parque del Este, frente al Museo del Transporte. Su instalación puede encontrarse cerca de la exhibición de las simpáticas nutrias y justo enfrente del lago de cocodrilos. Es un edificio de una planta, de forma redonda, que encierra una de las colecciones más escalofriantes de la ciudad. Adentro podrás observar la colección de serpientes, lagartos, tortugas, babas, ranas, alacranes y arañas. Las exhibiciones rodean un bonito lago central, donde nadan libremente las tortugas y anidan los patos. Es el lugar donde podrás ver de cerca y tocar algunos de los animales más curiosos de Venezuela. Además, aprovecha la presencia de estos inte

PORU P.N. El Ávila - Waraira Repano, Revisión

INFORME PRELIMINAR SOBRE EL ANTEPROYECTO DE REVISIÓN DE PLAN DE ORDENAMIENTO Y REGLAMENTO DE USO DEL PARQUE NACIONAL EL ÁVILA – WARAIRA REPANO (Reproducción literal del Informe consignado en INPARQUES el 02.07.2021) El presente Informe tiene carácter PRELIMINAR, dado que:   1) la manera como ha sido redactado el texto sometido a consulta, sin estructura y cambiando la distribución de las materias que contiene en PORU vigente,   2) las limitaciones impuestas por INPARQUES para el conocimiento de todos los documentos e informaciones pertinentes al mismo,   3) el mal funcionamiento de los servicios públicos y las restricciones propias de la cuarentena en la que estamos inmersos,   4) la Crisis Humanitaria Compleja que vivimos los venezolanos, y   5) la premura oficialmente declarada, con la que INPARQUES ha asumido este proceso de revisión y actualización, al que se le ha concedido un estrecho margen de tiempo para el conocimiento y análisis del texto propuesto, no han permitido el an