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Mi Primera Cámara Trampa

Carlos Rivero Blanco

Conceptualmente las cámaras trampa existieron desde que alguien, sin ser visto o notado pudo accionar el obturador de una cámara de fotografía o cine  y captar las imágenes de personas o animales sin que el comportamiento del sujeto fuese perturbado por la presencia del fotógrafo oculto. Más adelante, la automatización lograda mediante subterfugios electrónicos permitieron que el mismo animal se hiciese una foto "selfie" al pasar por el sitio previsto e interrumpiendo los haces de luz triangulados que activan las celdas fotoeléctricas del circuito disparador del obturador y un Flash de milisegundos de duración.

Tal vez la manera inicial más popular entre los fotógrafos de aves fue la de construir un escondite cubierto con telas estampadas de camuflajes que imitaban los colores y formas del ambiente selvático. O algunos permanentemente fijos en el sitio como el burladero de madera en el Parque de Aves del Puerto de Tokyo de la primera fotografía, desde el cual Machela mi esposa observa aves limícolas usando un telescopio monocular. 

Los burladeros más avanzados suelen ser totalmente portátiles y livianos, perfeccionados para armarlos, instalarlos, desarmarlos y mudarlos a sitios más convenientes cercanos a los animales sujetos de estudio, incluso a veces en combinación con una estructura para sentarse a esperar, la cual se arma y se apoya a cierta altura en un costado del tronco de un árbol como atalaya de observación. Este tipo de artefacto suele ser usado por cazadores. 

En la década de los sesenta, junto con mi amigo Tomás Blohm, construimos y adaptamos en la parte posterior de su camioneta un poste de hierro con una especie de escalera y atalaya, en la que me encaramaba para tomar fotos a un gavilán Pitavenados, Buteogallus meridionalis, mientras atendía dos pichones en el nido construido sobre un cují en "Avispero" una hacienda  de su propiedad en la zona de Cagua. Colocábamos la camioneta debajo del árbol de modo de poder tener el nido a una distancia prudencial para tomar fotografías con un teleobjetivo de corto alcance. El camuflaje que me ocultaba era el follaje de unas ramas contiguas al nido.


Burladero de madera con techo protector para el público visitante, en el parque de Aves del Puerto de Tokyo, Japón, que funciona como observatorio para estudiar y fotografiar las aves limícolas.


Trampa de  luz conformada por un par de proyectores de luz y dos celdas fotoeléctricas. El obturador y el flash se disparan únicamente si el animal interrumpe ambos ejes de luz al mismo tiempo.
Pruebas de funcionamiento. El esquemático del sistema lo diseñó mi hermano el Ing. Guillermo Rivero Blanco siguiendo mis requerimientos. Lo ensamblé en mi laboratorio de Fotografía en el Departamento de Vida Silvestre en Texas A&M University, College Station U.S.A. en 1978. Los componentes electrónicos fueron adquiridas en Radio Shack y los ópticos en tiendas de juguetes.


El resultado del esfuerzo en el interior de una jaula enorme, que cubría totalmente el jardín de la casa de un amigo, donde una hembra de Colibri coruscans cautiva atendía su cría en el nido que había construido usando algodón proporcionado por mi amigo.




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