Áreas Naturales Protegidas Venezuela

  Carlos Rivero Blanco   En ocasión de la tercera oportunidad continuada, en la que nos hermanamos con el proyecto Mayú de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, para proveer unas jornadas de salud a las comunidades vecinas a la Reserva Ecológica, contamos de nuevo con un selecto equipo de Médicos especialistas y estudiantes de medicina de la UCV que acuden a La Marroquina para impactar vidas en el delicado tema de la salud colaborando en 7 especialidades: - medicina interna - pediatría - Dermatología - ginecología/ obstetricia - bioanálisis - odontología pediátrica y Cirugía bucal. Las jornadas médicas de este año 2021, han sido producto del esfuerzo combinado de la Fundación Guáquira y la Fundación UCV, realizadas por los equipos humanos profesionales de la Reserva Ecológica Guáquira y del Proyecto Mayú, respectivamente.    en las instalaciones de la Casona Chocolatera de la Reserva, vecina al poblado de La Marroquina, donde se han desplegado las oficinas, la

Carlos Rivero Blanco   Desde sus comienzos, la Reserva Ecológica Guáquira ha sido un ejemplo pionero de área natural protegida que supo adelantarse -por años- a los postulados del Congreso de Parques Durban de 2003 que recomendaron que la influencia positiva de la conservación de la naturaleza en las áreas naturales protegidas debía expandirse para llegar "más allá de las fronteras" del área protegida y aportar beneficios a su entorno geográfico humano. Esa, sin duda, es la mejor manera de demostrar que en realidad la áreas naturales protegidas son una necesidad imperiosa de y para la humanidad   y una gran oportunidad para la supervivencia ambiental, social y económica de sus vecinos y pobladores. Debido a esa urgencia de beneficiar al entorno donde se desempeñan los esfuerzos de conservación del área protegida, de nuevo aflora y se hace realidad la influencia positiva de la Reserva Ecológica Guáquira en su entorno natural y social.   Esta vez, con base en la tercera oportun

Estoy recordando ciertos acontecimientos que viví durante el año 1963, luego de haber transcurrido ya 58 años. Contando lo que me sucedió entonces, rompo un tanto la rutina de hoy día y de paso le hago un homenaje a unas amistades con las cuales mantuve unas relaciones relativamente efímeras pero muy valiosas y especiales de mi juventud.   El año 1963 fue muy interesante para mí debido a que por una parte logré coordinar una expedición biológica para el archipiélago de los monjes con colegas del museo de biología de la UCV y de la sociedad de ciencias naturales la Salle gracias a que mi padre el Capitán de Navío Ramón Rivero Núñez era un oficial de marina y contaba con la colaboración del Buque Transporte T- 12 para llevar la expedición hasta el archipiélago. Eso fue a principios de año una expedición muy interesante.  De este viaje surge una pequeña colección de pequeños tuqueques o limpia casas del género Gonatodes que habitan las fisuras de las rocas de las islas y los pajonales